Ya sea por motivos personales o profesionales, trasladarse al extranjero siempre se ve como una oportunidad para crecer y descubrir cosas nuevas. Sin embargo, no siempre es una decisión obvia, ya que cambiará gran parte de su vida. Por lo tanto, requiere una profunda reflexión planteándose las 3 preguntas principales que determinarán si realmente está preparado o no para mudarse a un país extranjero.
Pregunta número 1: ¿Está usted preparado?
Aunque a primera vista esta pregunta pueda parecer una locura, es la clave de tu proyecto de vida. De hecho, antes de iniciar los trámites de emigración, es esencial determinar si realmente está dispuesto a sufrir los inconvenientes que esta decisión tendrá en su vida en general. Si ya está casado o incluso tiene hijos, estos mismos familiares pueden tener dificultades con el nuevo lugar de residencia. Además, es importante saber si también está preparado económicamente para hacer frente a los costes y gastos de vivir allí. Pero para lo que más debes estar preparado es para los cambios culturales y materiales (vivienda, telecomunicaciones, atención médica, educación...).
Pregunta número 2: ¿Cuáles son sus miedos?
Una vez que haya decidido marcharse, hay que responder a una pregunta más de vital importancia. Se trata de sus aprensiones a la hora de marcharse. Mientras que algunas personas suelen irse al extranjero por voluntad propia, otras no tienen elección, ya que su vida profesional depende de ello. También puede preocuparle la distancia de su familia, la nostalgia o el coste de la vida y la situación económica del lugar. Dependiendo de su estado civil, también puede preocuparle seguir a su cónyuge en el extranjero sin poder trabajar, o no conocer lo suficiente el lugar para asegurarse de que su familia se sienta cómoda.
Pregunta 3: ¿Cuáles son sus perspectivas de futuro?
La última pregunta no es ciertamente la menos importante, ya que determinará las ganancias de su partida: ¿cuáles serán sus oportunidades una vez que llegue? ¿Estás dispuesto a trabajar por cuenta ajena o a realizar trabajos esporádicos? ¿Quieres montar tu propio negocio algún tiempo después de haberte establecido? ¿Cuáles serán tus gastos y qué salario crees que es justo para llevar una vida decente aquí? Todas estas preguntas son inherentes a sus perspectivas de futuro y le ayudarán a preparar su salida.